El cannabis es un psicotrópico que se obtiene de la planta del caño. Su origen se encuentra en las cordilleras del Himalaya y según el Informe Mundial de las Drogas de la Unodc es la sustancia ilegal más consumida en el mundo, también en España.
Existe una teoría divulgada de que la marihuana no puede dar lugar a una adicción peligrosa. En parte, tanto adultos como adolescentes, tienen esta percepción porque el cannabis está legalizado en muchos lugres. Pero lo cierto es que, como todas las drogas esta sustancia puede llevar a una adicción.
El potencial adictivo de la marihuana es el THC, que al ser ingerido provoca que el cerebro libere dopamina. Este es el “mensajero” que induce a sentimientos de placer y de recompensa. La dopamina suele liberarse en comportamientos normales de manera natural. Por ejemplo, al tener relaciones sexuales o lograr un objetivo profesional.
El problema reside en que el THC estimula al cerebro para que la dopamina se siga liberando, creando una asociación fuerte entre el consumo y el placer. Esto dificulta que cualquier otra actividad pueda competir de manera “directa” o “química” con la marihuana.
La adicción a un paso
Los fumadores de cannabis suelen comenzar el consumo de una manera animada y social. En numerosas fiestas o reuniones es frecuente contemplar cómo se comparte un porro entre varias personas. A pesar de que la toma en grupos conlleva riesgos importantes, la adicción suele darse en aquellos que fuman marihuana a solas y con cierta frecuencia.
Cuando una persona consume este tipo de drogas en solitario, probablemente este dejando de lado las emociones e ilusiones cotidianas. Sabe que en algún momento, “su mundo” repleto de sensaciones le está esperando. Consume sabiendo que la toma le va a proporcionar el placer, la relajación o la evasión de los conflictos que necesita. Por eso, el consumo de cannabis se da especialmente en adolescentes y jóvenes. Porque encuentran un mundo en el que solamente tienen que dejarse llevar.
Lo que no entienden es que a pesar de la evasión, el consumo de marihuana tiene efectos nocivos, como otras sustancias ilegales y que los riesgos son más elevados cuando el que consume está en pleno desarrollo.
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