Con la llegada de la pubertad o la adolescencia, muchas son las familias que acaban viviendo un cierto distanciamiento entre sus miembros. Por un lado esto es normal, ya que son edades en las que los menores comienzan a sentir que necesitan más independencia, que tienen sus propias ideas y gustos, y quieren experimentar con tomar sus propias decisiones.
Hasta aquí, todo normal. El problema viene cuando el adolescente comienza a sentir curiosidad por ciertas sustancias que le pueden traer serios problemas. Hablamos del cannabis, la cocaína, las drogas sintéticas…
¿Cómo saber si tu hijo puede estar consumiendo drogas?
Los adolescentes, experimentadores por naturaleza
En esta etapa de la vida, las ganas y la curiosidad por probar cosas nuevas son innatas. Por eso es importante adelantarte a esta época mediante una educación sincera y una comunicación fluida.
Tenemos que tener en cuenta que estas sustancias psicoactivas pueden consumirse a una edad cada vez más temprana.
Pero hay ciertas señales que pueden ayudarte a descubrir si tu hijo está experimentando con este mundo peligroso.
1. Mírale a los ojos:
Esto no significa que intentes saber la verdad a través de su mirada, sino que debes fijarte en el estado físico de sus ojos. Muchos de los consumos de estas sustancias afectan a estos órganos, como el enrojecimiento en el caso del consumo de marihuana o cannabis, pupilas anormalmente dilatadas y ojos muy abiertos con el consumo de psicotrópicos como cocaína, MDMA, éxtasis, etc. O mirada perdida y vidriosa en el caso del consumo de alcohol.
2. El olor
Sin duda el olor es clave para saber si tu hijo consume algunas de estas sustancias, sobre todo tabaco y alcohol. Si tu hijo consume tabaco o porros, el olor se quedará impregnado en sus dedos, pelo y ropa. Probablemente, si no quiere que le pilles, tendrá conductas como lavarse mucho las manos o echarse colonia fuera de lo normal. En el caso del alcohol, el olor de su aliento es un gran delator.

3. Cambios en su comportamiento y hobbies
Este es otro de los signos clave para detectar si tu hijo consume algún tipo de sustancia. Los cambios de humor son muy comunes en los jóvenes consumidores. Irritabilidad, momentos de depresión, aislamiento, agresividad… También puede dejar de lado sus actividades cotidianas y responsabilidades. Puede faltar a clase habitualmente o incluso dejar de lado ese deporte que tanto le gustaba para salir por la noche. No es determinante, pero esta actitud puede ponerte en alerta.
4. Amistades que pueden ser malas influencias
Es clave conocer en entorno de tus hijos. Conocer sus amistades, a quién frecuenta en su lugar de estudio o durante su tiempo de ocio… Si estas personas que les acompañan te resultan claramente consumidores de este tipo de sustancias, es probable que tu hijo acabe ‘probando’ alguna de ellas.
5. Problemas de dinero
Cuando un adolescente empieza a consumir estas sustancias, lógicamente esto conlleva un gasto fuera de lo normal. Ya sea el cannabis o sustancias como la cocaína, conllevan un gasto extra. Puede que te pidan más dinero del que te pedían habitualmente, que se busquen un trabajo temporal y no sepas en qué ha gastado el dinero o, en casos más graves, que robe dinero en casa.
Son sólo unos pocos consejos de aspectos que debes vigilar sobre todo en edades de riesgo, en las que los adolescentes en su afán de probar cosas nuevas e incluso romper los límites, pueden terminar en un camino que puede ser peligroso para su futuro.
La comunicación y la información son claves para saber si tu hijo puede ser consumidor de drogas y evitarlo.