La tesis de que la adicción es una enfermedad cerebral se ha ido consolidando en los últimos tiempos en países como Estados Unidos especialmente a través del NIDA (Instituto Nacional de Drogas y Abusos), que ya desde los años 60 y 70 del pasado siglo ha fomentado la idea de que la mejor manera de conceptualizar la adicción sería considerarla como enfermedad crónica del cerebro.
No obstante, en los últimos años han aparecido numerosas críticos hacia esta consideración acerca de la adicción como enfermedad cerebral. Entre esos críticos nos encontramos sin duda los profesionales de Impasse ya que nuestra posición, al igual que la de un gran número de profesionales de la salud, es que afirmar que la adicción es una enfermedad cerebral no es más que otro reduccionismo claro.
Es cierto, que se producen alteraciones cerebrales cuando se consume droga de forma habitual (Tesis de la Dopamina) y que estas alteraciones provocan, entre otras cosas, una tendencia a la repetición del consumo. Pero también es cierto, que estos hechos no explican por si solos la conducta adictiva, como así lo demuestran desde otras perspectivas otros psicólogos en distintos medios científicos y de divulgación como los Nature o Papeles psicológicos.
Por eso en Impasse Adicciones, no creemos en el tratamiento de la adicción desde un punto de vista puramente clínico y farmacéutico, si no que vamos más allá. Mediante la psicología y centrándonos en las causas que provocan la adicción y en las particularidades del paciente, desarrollamos tratamientos individualizados que traten la adicción de forma eficaz y que garanticen no solo la recuperación de la adicción si no la no recaída.