No todas las personas que sienten angustia por algo se drogan, hay personas con dolencias importantes que no utilizan las drogas y otras con pequeñas molestias que tienen que consumir algo por que de esa forma consiguen alivio de los síntomas.
Se ha demostrado que los humanos se hacen adictos a placebos (sustancias inocuas que farmacológicamente no producen adicción). Hay gente que si no toma café por la noche no duerme.
El significado que le da cada persona a la sustancia que consume o conducta adictiva que realiza, va a ser determinante en la formación y sostenimiento de la adicción.
Es necesario conocer qué significa para el adicto esa sustancia que consume, esa conducta adictiva (trabajo, sexo, una ideología, el juego, etc) porque si no, no será posible ayudarle. En las adicciones siempre encontramos ausencia la ausencia o pérdida de un afecto completo en la infancia.
El adicto es alguien que de niño no pudo construir una relación de amor completa con sus padres, no pudo internalizar esa seguridad y protección con ellos. En el establecimiento de una relación de adultos hay mucho de recuerdo, uno se enamora de alguien que tiene cosas de su madre o de su padre, pero si no se tiene ese recuerdo se tendrán dificultades para establecer una relación, lo que no quiere decir que no se anhele como se anheló constantemente en la infancia. Ante la ausencia de estos vínculos seguros el adicto encontrará en su adicción un sustituto de ellos.
El adicto es más o menos consciente del vacío que siente, de que está rellenando su vida con el consumo, de que ese vacío debería estar lleno de amor. Quizás sea menos consciente de que a su alrededor hay personas reales con las que podría relacionarse aunque tengan sus limitaciones, pero estas le hacen sentir frustrado constantemente. Al no ser consciente de esto último seguirá drogándose constantemente sin poder romper el círculo.
No es su relación con el mundo lo que les hace drogarse, es su necesidad de excitación constante y la pérdida (o la no formación) de la capacidad de encontrar placer en el contacto con el otro.
Por todo lo anterior es muy importante que la persona que sufre una adicción haga un proceso personal de descubrimiento de las carencias originales que le han llevado a este estado, que no se escude en que nadie le comprenderá o en esos mitos como “el alcohólico lo es para toda la vida” o “o el adicto siempre será siempre un adicto”, no, la adicción tiene cura cuando se hace un proceso que lleve a poder cambiar.