Fernando Botana hace una reflexión personal sobre las claves de lo que es efectivo en psicoterapia para inducir la salida de la adicción.

Quiero recordar una parte esencial de mi filosofía en el trabajo de las adicciones: “El que se cura es el paciente que inicia un proceso de búsqueda de salida de la adicción desde el mismo momento en que se da cuenta de que está atrapado en ella, no es un terapeuta estrella o un centro maravilloso el que le cura, los profesionales asistimos y acompañamos a una persona que se encuentra en una fase, en un momento de su vida, y le aportamos más o menos en su avance hacia la salud”

Después de 35 años observando, trabajando, estudiando las adicciones, a las personas con problemas de adicción y todo su entorno, sigo haciéndome esta maravillosa pregunta: ¿Qué aspectos, de los que aporta un terapeuta, son los que más peso tienen para que un paciente salga definitivamente de la adicción? ¿Qué es lo que yo aporto para que mi paciente se libere de su adicción?, ¿Qué ha sucedido o provocado que pueda liberarse de ella?, porque cuando responda a estas preguntas de forma clara podré aplicarlo a los pacientes que están por llegar a mi consulta.

El hecho mismo de seguir preguntándome esto después de tantos años quiere decir que no hay una respuesta definitiva ni mucho menos, y que es muy bueno continuar haciéndose la pregunta porque esto indica que no he perdido la motivación, el interés, o que no me he acomodado con una receta para todo.

De lo que si estoy más seguro es de que no será un único elemento o una única estrategia la que será suficiente para encontrar la puerta de salida, pero seguramente si habrá algún elemento, estrategia o herramienta que pueda considerarse más determinante para culminar este proceso de salida de una adicción. ¿Cuál será ese elemento determinante que tiene que tener un profesional especialista en adicciones para que se produzca la curación de una adicción?

En uno de mis últimos intentos de responder a estas preguntas concluía con un “decálogo” de explicaciones teóricas acerca de las causas y las fórmulas para una intervención eficaz en las adicciones. Mi visión integradora de esta problemática asumía los siguientes principios:

“En toda adicción podemos diferenciar tres niveles teóricos, que en la práctica no se pueden separar, un nivel Biológico (las repercusiones biomédicas), otro nivel psicopatológico común (los aspectos que comparten todas las adicciones) y un tercer nivel psicopatológico específico (causas de los estados emocionales y angustias que llevan a cada persona a la conducta adictiva). Estos tres niveles precisarían de abordajes terapéuticos diferenciados y concretos, que atendieran adecuadamente a lo que es propio de cada nivel (cambios biológicos, deseo de consumir y causas psíquicas de su tendencia a la adicción)”

Estas conclusiones llegaron después de muchos años de estudio, investigación, trabajo y observación clínica. Muchos años aplicando estás conclusiones que nos han dado buenos frutos.

Cuando hoy me detengo a pensar después de una sesión con un paciente con el que estoy comenzando el tratamiento y me hago la pregunta de nuevo “¿Cómo puedo hacer para que comience a caminar hacia la salud? No me vienen a la cabeza los estudios realizados, las conclusiones teóricas de años de trabajo

Mi conclusión es: “Solo si el terapeuta se implica personalmente con el paciente podrá facilitar que este dé un paso hacia delante en su camino de salida de la adicción”