¿Qué es el cibersexo?
En un mundo dominado por las tecnologías, las comunicaciones y el uso de Internet, los usuarios se adentran en un universo digital, en ocasiones, al margen de la realidad. En este contexto online, las personas tienen al alcance infinidad de contenido gratuito a un solo clic, lo que puede convertirse en un problema para quienes no son capaces de establecer sus propios límites.
La adicción al sexo fue reconocida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) en 2008 como una conducta sexual compulsiva donde se da un «patrón persistente de incapacidad para controlar los impulsos sexuales intensos y repetitivos que llevan a un comportamiento sexual repetitivo». Por otro lado, en los últimos años se ha comenzado a dar entre la población más joven una nueva práctica sexual: el cibersexo, donde se combinan las tecnologías de la comunicación y el sexo.
Pese a que se suele entender el cibersexo como una práctica donde varios usuarios se ponen en contacto a través de webs o chats, estas actividades pueden ser también llevadas a cabo en solitario. En este contexto donde una única persona lleva a cabo el sexo online, la principal motivación del cibersexo es encontrar material pornográfico para masturbarse, siendo la pornografía uno de los elementos más asociados a los trastornos sexuales.
¿Es el cibersexo un problema?
Las conductas sexuales realizadas a través de las redes pueden derivar en conductas adictivas cuando la persona las percibe como una necesidad en su vida. Esta normalización de la actividad sexual online puede perjudicar el plano social, ya que las relaciones sexuales de pareja se ven afectadas.
Desde el punto de vista psicológico, las relaciones sexuales virtuales hacen que los adictos comiencen a sentirse inseguros al crear un mundo paralelo gobernado por las pantallas, donde sienten una falsa sensación de control de sus relaciones sexuales. Además, aparecen sentimientos de dependencia emocional que pueden desencadenar en relaciones de pareja inestables y tóxicas.
En el plano de las relaciones de pareja, el cibersexo en exceso puede convertirse en un desencadenante de no solamente fantasías sexuales difíciles de cumplir, sino también de prácticas sexuales no deseadas por la pareja.
Pese a que esta práctica sexual puede conllevar situaciones de desequilibrio a nivel mental y social, un tratamiento de adicción al sexo individualizado y de la mano de psicólogos expertos, puede revertir esta situación. En Impasse Adicciones nos comprometemos a ofrecerte el mejor trato y servicio posible, con el objetivo de revertir y controlar esta adicción.