Los opioides son medicamentos utilizados para tratar el dolor agudo y crónico. Los médicos los suelen recetar tras cirugías, lesiones graves o para el manejo de enfermedades como el cáncer, ya que pueden ser efectivos para aliviar el dolor intenso. Sin embargo, el abuso de estas sustancias puede conllevar un riesgo de adicción muy grave.
Lo que comienza con un tratamiento inofensivo, puntual y exclusivamente utilizado para tratar el dolor, puede transformarse en una dependencia y, por tanto, convertirse en una adicción a los opioides. Esto sucede cuando los pacientes desarrollan tolerancia a la medicación y a los efectos de ésta, necesitando dosis mayores para experimentar el mismo alivio que lograban anteriormente. A medida que la dependencia se apodera del individuo, se pierde el control sobre el consumo, dando paso a la adicción.
Según datos de la UE, el 2021 en la Unión Europea se reportaron 140 casos de muerte por fentanilo y, según el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, tan solo en ese país murieron en 2022 más de 81.000 personas por sobredosis de opioides.
Estos datos nos permiten dimensionar de la gravedad del problema que supone la adicción a los opioides.
Esto puede ser difícil de detectar hasta que los síntomas de la adicción a los opioides ya están presentes; en este artículo te ayudaremos a entenderlos.
¿Qué son los opioides y por qué pueden causar adicción?
Los opioides, ya sean naturales o sintéticos, son medicamentos que se emplean en tratamientos contra el dolor. Actúan en el sistema nervioso central, reduciendo la percepción de dolor y generando en el individuo una sensación de calma e incluso euforia.
De otro lado, encontramos también los opioides sintéticos, los cuales son compuestos químicos desarrollados en laboratorios que imitan la acción de los opioides naturales, como la morfina o la codeína, pero con estructuras químicas diferentes. Su alta potencia los hace una sustancia muy peligrosa, puesto que si no se trata de una manera controlada, sus dosis pueden ser mortales. Algunos de estos opioides sintéticos son el tramadol o el fentanilo, del cual ya hemos hablado en artículos anteriores.
¿Por qué los opioides causan adicción?
Pero con el paso del tiempo y a medida que se consumen estas sustancias, el cuerpo desarrolla tolerancia a las mismas, lo que significa que es necesario el consumo de mayores dosis de opioides para obtener el mismo efecto que se lograba anteriormente.
Este aumento gradual en las dosis de consumo puede suponer dependencia física y psicológica a los opioides, donde se deja a un lado el uso como tratamiento para el dolor y pasa a convertirse en una necesidad para evitar el malestar derivado de la abstinencia.
Cómo saber si se tiene un problema con los opioides
Reconocer una adicción a este tipo de medicamentos o sustancias puede ser complicado, ya que el consumo inicial está legitimado incluso por un médico. Sin embargo, la adicción aparece gradualmente, haciendo que el individuo no se de cuenta de que es un adicto a los opioides.
Hay una serie de síntomas que indican que el uso y consumo de los opioides ha pasado a convertirse en una adicción. Algunos de ellos son:
- Aumento en el consumo: si sientes que necesitas tomar dosis mayores o con más frecuencia para obtener el mismo efecto, podría ser un signo de tolerancia y dependencia.
- Deseo constante de consumir: la adicción suele estar marcada por pensamientos persistentes sobre el consumo de opioides, incluso cuando ya no hay dolor que tratar.
- Uso a pesar de las consecuencias: se continúa consumiendo opioides a pesar de experimentar problemas físicos, emocionales o sociales relacionados con ellos.
Signos físicos de la adicción a los opioides
Como observamos, la adicción a los opioides puede manifestarse en el cuerpo de diversas formas, algunas de las cuales son difíciles de ignorar. Estos signos físicos suelen ser una de las primeras señales de alerta de que el consumo ha pasado de ser terapéutico a convertirse en un problema más serio. Identificar estas señales es vital para intervenir a tiempo en este tipo de adicción y encontrar la mejor solución.
Entre los signos más comunes a nivel físico se encuentran:
- Cambios en los patrones de sueño: insomnio constante o dificultad para mantenerse despierto, incluso durante actividades normales.
- Dolores corporales persistentes: a pesar de consumir opioides, pueden aparecer molestias o dolores que no tienen una causa aparente.
- Deterioro físico: se puede sufrir daño hepático, alteraciones respiratorias o problemas cardiovasculares derivados del consumo crónico.
- Sudoración excesiva y temblores: el cuerpo reacciona a la dependencia mostrando este tipo de síntomas físicos.
- Pupilas contraídas: esto es una señal característica del consumo continuo de opioides.
- Problemas digestivos: las náuseas, vómitos o estreñimiento frecuentes son efectos secundarios comunes del abuso de este tipo de sustancias.
Por otro lado, a nivel emocional y de comportamiento debemos tener en cuenta también este tipo de señales:
- Irritabilidad, ansiedad o depresión constante.
- Mentiras frecuentes para ocultar el consumo.
- Aislamiento social o cambios en los círculos de amistades.
- Dificultad para cumplir con responsabilidades, ya sean laborales, familiares o sociales.
Conclusión
La adicción a los opioides, tal y como hemos podido observar, es una problemática compleja que afecta al bienestar físico y emocional del adicto. Las consecuencias de esta adicción son muy graves, desde la sobredosis hasta el impacto en la salud mental. La alta potencia de los opioides sintéticos y su capacidad para generar dependencia hace que el individuo que los consume requiera una intervención temprana y especializada, para evitar problemas mayores como los mencionados anteriormente.
Reconocer los síntomas y señales que se presentan durante la adicción a los opioides es un paso muy importante si se busca la recuperación y solución de este problema.
En Impasse Adicciones sabemos de la gravedad de la adicción a los opioides y el riesgo que éstos suponen. Estamos aquí para ofrecer apoyo y el tratamiento necesario al paciente, conociendo en profundidad su caso y trabajando con un enfoque personalizado en él.
Si tú, o alguien de tu entorno está atravesando esta situación de adicción, contacta con nosotros en el 667 73 81 89 o 91 361 66 56.
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