En la actualidad, la adicción a los opioides supone un problema mundial, y la epidemia de opioides en los Estados Unidos ha afectado a millones de personas. Además, el fentanilo, un opioide sintético altamente potente, se ha convertido en una de las principales causas de sobredosis y muerte relacionadas con drogas en todo el mundo.
Según el Informe Mundial sobre Drogas 2023 de la UNODC, aproximadamente 60 millones de personas se involucraron en el consumo de opioides en el año 2021. Esta cifra representa el 1,2% de la población global, lo que subraya la magnitud del problema. En el contexto europeo, los opioides han adquirido una presencia considerable en los patrones de consumo de drogas. En las regiones de Europa Central y Occidental, más del 40% de las personas que buscan tratamiento para la adicción a las drogas están luchando con una adicción a los opioides.
El Informe Europeo sobre Drogas: Tendencias y Novedades 2022 ofrece un análisis más profundo de las estadísticas. En este informe indican que el 22,9% de las solicitudes de tratamiento por dependencia de drogas en la Unión Europea mencionaron a los opioides como la droga principal involucrada. Para abordar este problema, alrededor del 5,6% de los consumidores de opioides recibieron tratamiento con agonistas opioides en 2020.
En España, el consumo esporádico de fentanilo entre la población de entre 15 y 64 años ha experimentado un incremento notorio, pasando del 1,9% en 2018 al 14% 1995-2022 (datos de la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (edades) del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad).
Definición de opioides y fentanilo
Los opioides son medicamentos muy efectivos en el tratamiento del dolor agudo. Normalmente, se emplean como analgésico tras una cirugía, pero son altamente adictivos.
Por su parte, el fentalino, que se ha convertido en una droga popular en el mercado ilícito debido a su alta potencia, es uno de los opioides sintéticos más potentes; entre 50 y 100 veces más que la morfina, y puede ser mortal en cantidades muy pequeñas.
La adicción a este tipo de droga constituye una enfermedad crónica que afecta al cerebro y al comportamiento. Se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivos de drogas pese a sus nocivas secuelas. Los opiáceos actúan uniéndose a receptores específicos del cerebro y la médula espinal, reduciendo la percepción del dolor y aumentando la sensación de placer. Con el tiempo, el cerebro se vuelve adicto a los opiáceos y los necesita para funcionar con normalidad, creando así una dependencia física y psicológica.
Causas y síntomas de la adicción a los opioides
La adicción a los opioides puede ocurrir por varias razones, incluyendo el uso prolongado de medicamentos opioides para el dolor, el uso recreativo de opioides y la exposición a opioides en el entorno de trabajo. También se ha descubierto que algunos factores de riesgo como la depresión, la ansiedad y la exposición previa a drogas pueden aumentar la probabilidad de desarrollar una adicción a los opioides. Los síntomas de la adicción a los opioides incluyen un fuerte deseo de usar la droga, la necesidad de dosis cada vez mayores para obtener el mismo efecto, la incapacidad de controlar el uso de opioides y la presencia de síntomas de abstinencia si se detiene el uso de opioides.
Riesgos asociados con el uso de fentanilo
El 74% de las sobredosis mortales detectadas en Europa involucraron la presencia de estos compuestos. Esta estadística recalca la necesidad de enfoques más efectivos en la prevención y el tratamiento de las adicciones a los opioides.
Informe Europeo sobre Drogas: Tendencias y Novedades 2022 sobre el peligro asociado con el consumo de opioides
Sobredosis: su potencia hace que sea difícil de dosificar correctamente y puede provocar una sobredosis mortal con una cantidad muy pequeña. Los riesgos asociados con el uso de fentanilo incluyen la depresión respiratoria, que puede llevar a la muerte. Además, el fentanilo comprado en el mercado ilícito puede contener otras sustancias tóxicas que aumentan el riesgo de sobredosis.
Adicción: el fentanilo es altamente adictivo e incluso quienes lo consumen por prescripción médica pueden desarrollar una adicción. Su consumo puede acarrear una serie de consecuencias negativas como la pérdida del empleo, problemas económicos y problemas de pareja.
Síndrome de abstinencia: la abstinencia al fentanilo puede ser extremadamente desagradable e incluso peligrosa. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolores musculares y ansiedad.
Otros riesgos para la salud: el consumo de fentanilo también puede provocar otros riesgos para la salud como infecciones derivadas de la inyección de la droga, problemas cardíacos y respiratorios, daños hepáticos, coma, convulsiones, daño cerebral o muerte súbita.
Tratamiento de la adicción a los opioides y el fentanilo
La prevención y la concienciación son fundamentales para reducir el riesgo de adicción a los opioides y el fentanilo. Es importante educar a la población sobre los riesgos asociados con estos medicamentos y fomentar el uso responsable de los mismos.
El tratamiento de la adicción a los opioides y el fentanilo constituyen un proceso largo y complejo que requiere un enfoque integral y personalizado. Además, resulta fundamental que la persona que sufre de adicción reciba atención médica y psicológica para tratar cualquier complicación física o mental que pueda estar experimentando.
El tratamiento de la adicción a los opioides puede incluir terapia de sustitución con medicamentos que ayuden a reducir los síntomas de abstinencia y terapia psicológica como la terapia cognitivo-conductual (TCC) para abordar los aspectos emocionales y mentales de la adicción.
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