En los últimos años se ha producido un incremento del porcentaje de personas con ludopatía o adictos al Juego, sobre todo en menores de 25 años. Más allá de las consecuencias financieras evidentes, la ludopatía tiene un gran impacto en la salud mental y el bienestar emocional de quienes la experimentan. En este artículo vamos a abordar algunas de las razones de que esto ocurra y los factores de riesgo de ludopatía.
Motivaciones
Existen diversas motivaciones detrás de la ludopatía. Algunas personas pueden verse impulsadas a comenzar en el juego compulsivo por la necesidad de resolver problemas financieros, con la esperanza de recuperar pérdidas o alcanzar ganancias sustanciales.
Otras recurren al juego por razones diferentes al simple hecho de ganar dinero, pudiendo ser una forma de huir de los problemas personales o del estrés diario. De este modo, buscan una vía de escape a la realidad o algo que alivie temporalmente su malestar emocional. Además, otra razón puede ser el simple hecho de la diversión, ya sea porque jugar les resulta atractivo, por influencia de amigos, por búsqueda de emociones y adrenalina, etc.
Por tanto, la ludopatía puede surgir de una variedad de circunstancias individuales, lo que subraya la importancia de abordar este tema desde una visión general, no solo teniendo en cuenta aspectos financieros, sino también los emocionales y sociales.
Factores de riesgo de ludopatía
Las razones por las que una persona puede llegar a convertirse en un adicto al juego están relacionadas con muchos factores. Si bien es cierto que la mera presencia de estos factores no implica directamente el desarrollo de la ludopatía, sí que elevan los riesgos de padecerla.
- Factores individuales: desde el punto de vista psicológico, varias características individuales pueden aumentar el riesgo de desarrollar una adicción al juego. La impulsividad, la baja autoestima, la búsqueda constante de emociones fuertes y la presencia de otros trastornos mentales, como la depresión o la ansiedad, son factores comunes que pueden contribuir al juego compulsivo.
- Factores familiares: la familia causa una gran influencia en la persona, sobre todo en edades tempranas. Por tanto, la presencia de una cultura de juego dentro del núcleo familiar puede propiciar que el juego sea percibido como una actividad recreativa habitual y aceptada en ese entorno. Como resultado, los niños pueden verse expuestos al juego desde temprana edad, lo que contribuye a normalizar este comportamiento de cara al futuro. Además, los antecedentes familiares de problemas de juego también han sido identificados como un factor de riesgo importante, ya que también contribuyen a normalizar este comportamiento y que los miembros más jóvenes de la familia tiendan a imitarlo.
- Factores sociodemográficos: factores como el sexo, la edad, el nivel educativo y el nivel socioeconómico desempeñan un papel crucial en la comprensión de la adicción al juego. Numerosos estudios han demostrado que los hombres tienen una mayor tendencia a tener relaciones problemáticas con el juego que las mujeres. Además, ser joven también puede ser un factor de riesgo debido a la falta de experiencia y madurez emocional. Asimismo, no es casualidad que la mayoría de casas de apuestas se encuentren en lugares con un nivel socioeconómico bajo, pues las personas con recursos financieros limitados son más propensas a este problema.
A pesar de todo esto, no se ha demostrado que exista un perfil concreto de persona adicta al juego, sino una serie de rasgos que hacen que un individuo sea propenso a la ludopatía. Por lo tanto, es crucial considerar estos factores para diseñar estrategias de prevención y tratamiento para abordar la adicción al juego de manera efectiva.
Tratamiento
La ludopatía puede causar enormes problemas tanto en la persona que lo padece, como en su entorno. Por ello, es importante identificar qué factores pueden llevar a una persona a tener una tendencia mayor a la adicción al juego para comprender algunas de las razones que le han llevado a ello y poder realizar un tratamiento personalizado.
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