El Manual Diagnóstico DSM IV de trastornos mentales define las parafilias como «la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales de tipo excitatorio, de impulsos o de comportamientos sexuales que por lo general engloban:
- objetos no humanos;
- el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja, o
- niños u otras personas que no consienten».
Para que se diagnostique como parafilia, la presencia de estas fantasías debe prolongarse durante, al menos, 6 meses. Además de tener esta duración específica, este comportamiento deberá provocar «malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad» de la persona afectada. Esta adicción al sexo poco convencional puede derivar incluso en que la persona que lo sufre obligue a su pareja sexual a representar sus fantasías, con resultados tan peligrosos para esta última como el sadismo sexual o la pedofilia.
¿Cuáles son las parafilias más comunes?
Las parafilias más frecuentes son:
- Exhibicionismo: tendencia recurrente de un individuo a mostrar los genitales a otros, generalmente del sexo opuesto o a personas en espacios públicos. Esta exhibición no va acompañada de una incitación a un contacto más íntimo. El acto generalmente culmina con la masturbación propia.
- Fetichismo: concepto definido como «la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un objeto fetiche, como una prenda de vestir o una parte del cuerpo en particular, o una acción. El fetichismo sexual se considera una práctica inofensiva, salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros, pudiendo en este caso llegar a considerarse un trastorno patológico propiamente dicho».
- Froteurismo: el manual DSM IV define el froteurismo como «la excitación sexual intensa y recurrente, manifestada durante mínimo 6 meses, producida por el tocamiento, roce o fricción contra una persona sin su consentimiento, que genera malestar clínicamente significativo, deterioro social y laboral» (APA, 2013. P. 375).
- Masoquismo sexual: preferencia del individuo por actividades de carácter sexual en las que sea humillado, esclavizado o sea receptor de diferentes formas de sufrimiento.
- Sadismo sexual: fantasías sexuales y comportamientos recurrentes en los que el sufrimiento psicológico o físico —entre los que se incluye la humillación— de la pareja resulta excitante para el individuo.
- Voyeurismo: excitación sexual intensa al ver una persona desnuda, desnudándose o realizando un acto sexual sin que esa persona sea consciente de que está siendo observada ni haya dado su consentimiento. Esta violación de la privacidad se considera parafilia cuando ha sido planeada y se haya realizado en varias ocasiones.
- Travestismo: excitación al vestirse o imaginarse vestido de otro género, ya sea en solitario o mostrándose en público.
- Pedofilia: el manual DSM define la pedofilia como «la preferencia sexual que se traduce en impulsos o fantasías con personas que no han llegado a la pubertad», generalmente menores de 13 años. Los conceptos de pedofilia y pederastia se diferencian en que este último consiste en efectuar conductas de abuso a menores.
Además de estas parafilias, existen un sinfín más que son menos recurrentes o menos coocidas. Por lo que, si crees que puedes estar padeciendo alguna, ya sea por que resulta limitante en tu día a día o por que esté afectando a tu pareja o tu entorno, no dudes en contactarnos, te ayudaremos a identificarla y a trasformar tu vida. Llama al 667 73 81 89 o al 91 361 66 56.
¿Las parafilias se consideran trastornos mentales?
Sí, las parafilias son trastornos mentales. Así lo reconoce la OMS, que define las parafilias como «trastornos que se caracterizan por patrones persistentes e intensos de excitación sexual atípica, que se manifiestan mediante pensamientos, fantasías, impulsos o desórdenes sexuales».
Las parafilias son trastornos mentales porque impactan en el pensamiento, sentimientos, comportamiento y estado de ánimo de los individuos que las padecen. En este caso, tal y como se comentaba previamente, se genera un gran malestar físico sobre estos adictos al sexo, incapaces de controlar sus impulsos.
Creo que tengo una parafilia, ¿y ahora qué?
Busca ayuda. Contar con profesionales que se adapten a tu caso, te entiendan y te hagan sentir cómodo es primordial. En Impasse Adicciones realizamos terapias individuales y exclusivas que respetan en todo momento la intimidad del paciente. Las terapias que aplicamos en nuestro tratamiento de adicción al sexo en Madrid son efectivas y evitan al máximo posibles recaídas —algo habitual en los casos de adicción al sexo— porque, además de buscar un comportamiento sexual equilibrado, llegamos a la raíz del problema, mediante la identificación y el tratamiento de los conflictos psicológicos y personales detrás de la adicción.
Gracias a los más de 30 años experiencia con los que contamos, conocemos a fondo la mayor parte de las situaciones que pueden darse y cómo pueden estas hacer sentir tanto el adicto al sexo como a su pareja —en caso de tenerla— cuando deciden dar el paso de solicitar ayuda profesional. Por ello, ofrecemos un trato absolutamente confidencial, cercano y exclusivo. Las terapias son individuales y completamente personalizadas. Sabemos que el cumplimiento de estas premisas es fundamental para obtener buenos resultados que, además, se mantengan en el tiempo.