
¿Tengo una adicción a la masturbación?
La adicción al sexo no solo se refleja en el deseo continuo de mantener relaciones sexuales en pareja, la adicción a la masturbación es otra de las formas en las que se manifiesta esta adicción al sexo.
La adicción al sexo no solo se refleja en el deseo continuo de mantener relaciones sexuales en pareja, la adicción a la masturbación es otra de las formas en las que se manifiesta esta adicción al sexo.
La adolescencia es una etapa de descubrimiento y exploración en la que la curiosidad y el deseo sexual se despiertan. Los cambios hormonales y emocionales llevan a los adolescentes a indagar en su sexualidad y esto, unido a la cultura popular, los medios de comunicación y el contenido de las redes sociales que los exponen a imágenes y mensajes sexualizados, puede crear en ellos una presión social relativa al sexo, llegando en ocasiones a llevarlos a una obsesión por el sexo; e incluso a desarrollar una adicción al sexo.
El modelo Botana de tratamiento para la Adicción al Sexo está basado en la psicoterapia individual. Este modelo nos permitirá abordar los aspectos conductuales de la adicción a la vez que los aspectos específicos de la persona.
La adicción a la prostitución constituye un problema de salud mental complejo. Se trata de una forma de adicción sexual en la que la persona satisface su deseo sexual a través de encuentros breves ya sean en persona o de forma online. Estos intercambios se caracterizan por darse mediante un intercambio económico, por lo que esta adicción puede ser muy difícil de superar y puede llevar a graves consecuencias físicas, emocionales y legales, además de ser percibida por la sociedad como una de las adicciones con mayor impresión negativa.
La adicción al sexo está actualmente catalogada como un trastorno sexual compulsivo-impulsivo en el que la persona que lo padece siente la necesidad continua de practicar sexo. En estos casos, el adicto al sexo no lo practica por placer, sino por ese impulso constante y obsesivo, lo que hace que la práctica sexual deje de ser una actividad de disfrute para la persona, llegando incluso a interferir en la vida diaria de quienes la padecen, tanto en sus relaciones interpersonales y profesionales, como en su propio estado anímico y emocional.
La adicción al sexo puede ser muy difícil de reconocer, por lo que tiene un gran impacto en la relación de pareja y acarrea consecuencias negativas para la vida personal, laboral y emocional del adicto y de su pareja. En este artículo, exploraremos qué es la adicción al sexo, daremos algunas claves para reconocerla y veremos cómo afecta a la relación sentimental.
El Manual Diagnóstico DSM IV de trastornos mentales define las parafilias como «la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales de tipo excitatorio, de impulsos o de comportamientos sexuales que por lo general engloban objetos no humanos, el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja o niños u otras personas que no consienten».
La masturbación es una actividad sexual completamente normal, a través de la que se consigue liberar el estrés, reducir la tensión y mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, en ciertas personas esta práctica es realizada de forma tan continuada que finalmente no obtienen placer. Esto se conoce como masturbación compulsiva y podría ser un síntoma clave para detectar una posible adicción al sexo.
La satiriasis se define como “el apetito sexual (hipergenitalidad) exagerado y compulsivo del varón, casi siempre como consecuencia de alguna patología cerebral de base.”
Hoy en día las personas tienen al alcance infinidad de contenido gratuito a un solo clic, lo que puede desencadenar en una nueva adicción: el cibersexo.